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¿Por qué tenemos o queremos tener algún animal en nuestra casa? ¿Qué nos motiva a tener una “mascota”?
Qué esencial es tener esas respuestas claras antes de decidir hacer parte de nuestra familia a un animal.
Mi primera mascota fue la Cuca, una perrita mestiza que llegó a casa teniendo apenas un par de meses. Yo tenía como 11 años y la pedí para Navidad porque sabía que así mis padres “no podrían negarse”.
Mi mamá no estaba muy entusiasmada con la idea y ahora que tengo 31 años, la entiendo. Ella pensaba en las responsabilidades que conllevaba tener un animal en casa (los paseos, la limpieza, los cuidados…) mientras que para mí lo único importante era la ternura que envolvía la idea de tener un perrito en brazos.
Cuando uno es niño, se puede “perdonar” que las razones para tener una mascota sean poco racionales, porque claramente no existe aún el criterio de las obligaciones asociadas. Sin embargo, es tarea de los mayores enseñar lo que significa la tenencia responsable de mascotas.
La Cuqui nos entregó su amor incondicional por 16 años, hasta que partió al cielo.
Yo ya vivía en otra ciudad por que estaba en la U y de ahí me puse a viajar, por lo que la idea de tener otra mascota era impensada. Por años, en la familia no hubo otro integrante perruno.
Eso, hasta hace más de un año, cuando mi hermana mayor llegó con Porota, la chihuahua con el ladrido más agudo de Santiago jajaja
Y hace dos semanas se sumó “Buda”, perrita que con mi pareja adoptamos después de muuucho (muuucho) pensar al respecto. Y es que los animales #NoSonMuebles ni trofeos que adquiramos para presumir. No son caprichos del momento que después podemos desechar. Los animales son seres sintientes, merecen respecto y una vida digna.
A Buda la adoptamos recientemente esterilizada y cuando la llevamos al veterinario a sacarle los puntos nos encontramos con la triste sorpresa de que estaban infectados (MUY) y desde entonces ha estado dando la pelea junto a nosotros para recuperarse y poder disfrutar de una vez la vida que merece.
Yo les mentiría si les dijera que no me entristece y de cierta manera me frustra esta situación, porque aunque estábamos conscientes de que algo así podría presentarse en el transcurso de su vida, no nos esperábamos que sucediera a la semana de adoptada. No obstante, el sentimiento que más predomina en mi es gratitud. Doy las gracias porque llegó justo a tiempo a una familia consciente de lo que TENENCIA RESPONSABLE de mascotas significa.
Como en el día con mi pareja estamos trabajando, mis hermanas se han turnado para ir a cuidarla. Mi mamá le tejió una frazada para que esté abrigada y mi papá me dice que “va a estar bien”. Todos estamos con ella <3
Chicos, si van a adoptar un animal…¡háganlo! pero siempre teniendo presente que los animales, TODOS lo animales #NoSonMuebles.
#vamosBuda
<3
