Son muchas las investigaciones que indican que las dietas basadas en plantas son beneficiosas para nuestra salud y ayudan a prevenir y controlar enfermedades, por lo que no necesitamos lácteos para tener una buena salud.

¿Y qué pasa con el calcio?

Existe una idea errónea de que necesitamos leche de vaca para estar saludables, especialmente para tener huesos fuertes y resistentes. Sin embargo, la realidad es que puedes cuidar tus huesos sin consumir productos de origen animal.  

 

Existen muchos alimentos de origen vegetal que son excelentes fuentes de calcio como por ejemplo el tofu, los higos secos, el kale, los pistachos, entre otros, los cuales también están llenos de otros minerales, vitaminas y fibra. 

A estos alimentos también hay que agregar a las leches de origen vegetal, las cuales en su versión fortificada contienen igual o más cantidad de calcio que la leche de vaca, además de otros beneficios para tu organismo.

La leche de soya fortificada, ampliamente disponible en el mercado, contiene 40 calorías y casi cero grasas saturadas y colesterol por 100 ml, además de cantidades similares de proteínas, calcio y riboflavina que la leche de vaca, y más vitamina D. La misma cantidad de leche entera de vaca contiene más calorías (66Kcal) y significativamente más grasa saturada (3g).

Intolerancia a la lactosa

La leche de vaca ha sido creada por la naturaleza como un poderoso alimento de crecimiento para ayudar a convertir a un ternero pequeño en una vaca grande. Para digerir la leche, la lactasa debe estar presente en el organismo para descomponer el azúcar, o lactosa que contiene. Se estima que el 65% de los adultos humanos (y la mayoría de los mamíferos adultos) disminuyen la producción de lactasa después del destete y, sin ella, el consumo de leche puede provocar hinchazón, flatulencia, calambres, diarrea y náuseas. La incapacidad de digerir la lactosa en la leche es muy común en algunas partes del mundo: ocurre en alrededor del 90% al 100% de los asiáticos, en el 65% al 70% de los africanos y el 10% por ciento de los caucásicos. La leche vegetal fortificada se puede utilizar como una alternativa a la leche de vaca por personas que son intolerantes a la lactosa.