Receta: Mousse de Arándanos

Mousse de arándanos, un postre cremoso y esponjoso sin huevos ni lácteos.

A menudo llamamos mousse a postres cremosos que, en el fondo, son más bien una crema o pudding, pues la elaboración canónica implica esta característica textura espumosa que le aporta esponjosidad y ligereza. Dicha textura se suele obtener con claras de huevo batida, pero gracias al aquafaba también podemos hacer una versión 100% vegetal, como en esta receta de mousse de arándanos.

El sabor a legumbre desaparece cuando combinamos la cremosa espuma batida con otros ingredientes. Si el chocolate ya es una opción estupenda con la que nadie sospechará nada extraño, esta vez optamos por una mousse de fruta enriquecida además con la cremosidad untuosa de la crema batida de coco, otro componente clásico de un mousse tradicional.

Ingredientes
(Para 4 personas)

150 g de Arándanos congelados o frescos.
100 g de Leche de coco.
100 g de Aquafaba (líquido de conserva de legumbres).
5 ml Esencia de vainilla.
30 g Azúcar glasé o endulzante a gusto.
Almendra laminada tostada

Elaboración
Para esta receta necesitamos preparar previamente la crema de coco. Para ello, dejar el envase en la nevera como mínimo dos horas, separar el agua y batir con batidora hasta montarla. Endulzar al gusto si se desea, y reservar en la nevera.

Abrir un tarro grande de garbanzos y escurrir todo el contenido sobre un colador encima de un recipiente, recogiendo la mayor cantidad posible de líquido. Si usamos arándanos congelados, sacar y dejar sobre otro colador para que pierdan parte del hielo.

Batir con batidora de varillas el aquafaba, incrementando la velocidad poco a poco, como si montáramos clara de huevo. En pocos minutos obtendremos una textura esponjosa de merengue, blanco y firme. Cuando haga picos al separar las varillas, reservar.

Triturar los arándanos hasta que no haya grumos. Mezclar con el azúcar glasé (o endulzante) y llevar a un recipiente más grande. Añadir los 100 g de crema de coco (pesar la cantidad) y mezclar con suavidad, con movimientos envolventes hasta homogeneizar.

Agregar la vainilla y también los 100 g de aquafaba batida (pesar la cantidad), de la misma manera, envolviendo la mezcla de arriba hacia abajo para darle volumen y no perder aire, preferiblemente con una lengua pastelera o espátula. Una vez se tenga una mezcla homogénea, repartir en cuatro recipientes y dejar reposar en la nevera unas dos horas.