Años atrás, varios años atrás, cuando dejé de consumir carne no tenía mayor conocimiento de lo que implicaba una vida #crueltyfree.
Desconocía lo importante que escoger productos sin testeado animal, era una consumidora ignorante y cómoda, total “ya me sentía bien al no comer animales”.
Afortunadamente hoy contamos con mucha información al alcance que nos permite ser compradores conscientes y responsables y con eso aportar directamente a una industria respetuosa con el bienestar animal.
Fue así que de a poco conocí marcas coherentes con mi estilo de vida y comprobé por mi propia cuenta que la afirmación clásica de que “los productos cruelty free son caros y difíciles encontrar”, no es más que otro mito.
Mi hogar está constituido por mi pareja y yo (y nuestra perrita Buda) y esto es lo que hay en nuestro baño:
- Shampoo y bálsamo Surya Brasil (unisex)
- Crema de Peinar Surya Brasil
- Body Butter The Body Shop (unisex)
- Exfoliante Facial Purificante de Algas Marinas The Body Shop (unisex)
- Agua De Colonia Japanese Cherry Blossom The Body Shop
- Agua de Luna de Lush
- Desodorante Roll On Sensitive de Babaria: Tenía mucha ilusión con este producto, por su puesto, no testea en animales, es libre de parabanos e “ideal para pieles sencibles” como es mi casa, pero mi experiencia no ha sido la mejor en cuanto a irritación de la piel.
- BB Cream Burt´s Bees: Creo que esta tampoco la volveré a comprar porque para mí la textura resultó ser más espesa de lo que me acomoda.
- Lip Balm Burt´s Bees
Los invito a comprar conscientes, a escoger productos con sellos que certifican que son libres de testeo animal. Demostremos a la industria y empresarios que tenemos el poder de hacer cambios y que al ser consumidores informados exigiremos que las marcas respeten el bienestar animal en la elaboración de sus productos.