Casona Araggi Wines: “Queremos reflejar y hacer conciencia que se pueden generar cambios”

Casona Araggi Wines es una empresa pionera en la producción de espumantes no convencionales. Surgió de la motivación de sus cuatro socios, quienes en el 2016 decidieron poner en marcha su sueño de crear un producto innovador a nivel mundial: así nació Adagio, un espumante único elaborado a base de frambuesa completamente natural, cosechada en Curicó, región del Maule.

Con dos años en el mercado, motivados por hacer una diferencia y aportar al cambio, decidieron certificarse con el sello vegano de Fundación Vegetarianos Hoy. “Investigamos hasta llegar a ustedes y conseguimos la certificación, la que hoy lucimos con orgullo”, sostiene Matías Avedaño, gerente general de la empresa.

¿Por qué decidieron optar al sello vegano? ¿Qué productos certificaron?
Como empresa, siempre hemos querido diferenciarnos de lo que ya existe en el área espumantes. Nuestro producto certificado corresponde a Adagio, el primer y único espumante a base de frambuesa cien por ciento natural del mundo. Queríamos ser parte del cambio con conciencia, por lo que en 2018 decidimos certificarnos y ser parte de la evolución positiva que esto conlleva.

Si pudieras contarnos más sobre Adagio, ¿por qué es único a nivel mundial?
La mayoría de los espumantes son a base de uva. El porcentaje de innovación en el área con frutales distintos a la uva, corresponde tan solo a un uno por ciento. Actualmente, no existe otro producto que sea elaborado a base de frambuesa en un cien por ciento, ya que no usamos pulpa ni esencias para su elaboración. Frambuesa desde el huerto a la botella, lo que nos convierte en un producto único a nivel mundial.

Gracias a esto, y a nuestra visión como empresa, hemos podido agregarle distintos atributos que nos diferencian aún más de lo que ya existe en el mercado. Adagio se elabora a través del método champenoise (mismo método utilizado por los franceses para elaborar su champagne), el que gracias a su doble fermentación -la primera en cuba y la segunda en botella-, permite obtener un producto de mayor calidad, con burbujas más finas y persistentes. Lo mejor de todo es que el CO2 se genera de forma natural al interior de la botella, sin una adición artificial, por ende reducimos nuestra huella de carbono y la emisión de gases de efecto invernadero, convirtiendo a Adagio en un producto amigable con el medio ambiente.

Por otra parte, al ser elaborado con frambuesas, su consumo tiene una bomba de antioxidantes, además al tener menos azúcar que la uva (ºBrix), tiene menos calorías, es decir, una copa de Adagio tiene 30 kcal versus un espumante convencional tiene 70 kcal aproximadamente. Sumado a esto, nuestro producto es libre de gluten, por lo que nuestros amigos celiacos pueden disfrutar sin problemas. Y por último, como ustedes bien saben, contamos con el sello vegano, el cual lucimos con orgullo como parte de nuestro atributos diferenciadores que reflejan nuestra visión como empresa y como personas agentes de cambio.

¿Qué significa que un vino o espumante sea vegano? La mayoría podría pensar que todos son veganos si se hace a base de uvas o frutas.
En este industria debemos dar por hecho que los vinos y espumantes no son veganos, y han sido creados a partir de productos animales diversos, a no ser que en su etiquetado se indique lo contrario. Actualmente la ley no obliga a las empresas a rotular cómo o con qué elaboran sus vinos o espumantes. En general, en su proceso elaborativo, posterior a la fermentación, es común el uso de clarificantes para darle nitidez al producto, con el fin de arrastrar sedimentos en su interior para limpiar el fermentado. Lo que no se sabe es que la gran mayoría de dichos clarificantes son de origen animal, ya sean gelatinas (a base de sangre animal), albumina de huevos, leche o caseína.

Si bien la uva es una fruta y el grueso de las personas podría asociar que pueden ser para consumo de veganos, se desconoce lo que existe en parte del proceso de elaboración. Es por eso que decidimos certificar nuestro espumante Adagio, cuyos insumos y proceso de elaboración se utilizan derivados de vegetales, libres de testeo y crueldad animal, y obviamente con una línea de proceso única, evitando la contaminación cruzada de la misma.

Perfectamente podríamos usar insumos convencionales, ya que como mencionamos anteriormente, no estamos obligados a especificar su procedencia en el etiquetado, pero por conciencia, por hacer las cosas diferentes, ser agentes de cambios y creer en el cambio evolutivo, es que adquirimos el compromiso de hacer las cosas bien, y ser un producto integral en la mayor cantidad de aristas posibles. Adagio está con el cambio, Adagio es vegano.

¿Cuál es su compromiso con el desarrollo de productos plant-based?
El compromiso es total, ya que no solo nuestro producto cuenta con el sello vegano, sino que yo mismo comparto la visión y me encuentro en etapa de transición hacia el veganismo (actualmente soy vegetariano). Queremos reflejar y hacer conciencia que se pueden generar pequeños y grandes cambios al desarrollar productos para un mercado que crece cada día más. Nos hace felices que se sientan representados con nuestro producto, haciendo un aporte real a los animales, medio ambiente y de paso, a la humanidad. El futuro es vegan o no será.

¿Qué programas o iniciativas veganas impulsan?
Partiendo de la base de tomar la decisión de elaborar nuestro espumante de frambuesa que cuente con la certificación y hacer difusión de nuestro sello, hasta hacer ruido a través de nuestras redes sociales, impulsando concursos con distintas pymes que han optado por este mismo camino, unirnos y que nuestra voz sea escuchada y tomada como ejemplo, sobre todo para las nuevas generaciones que vienen con un chip de conciencia y empatía mucho más avanzado.

¿Qué beneficios han podido vislumbrar de su certificación?
Si bien se han obtenido beneficios en el ámbito comercial, el beneficio más grande es sentir nuestra conciencia limpia de hacer algo que muchos prefieren pasar por alto, el sentirse en empatía con nuestros pares animales y el medio ambiente en general, el poder decir que somos libre de crueldad animal, que nuestros ideales como integrantes de Casona Araggi se reflejen en nuestro producto y logre un sello positivo antes los ojos de cualquiera que nos mire.

¿Recomendarían a otras empresas certificarse y por qué?
Rotundamente sí. La recomendación es que más empresas se sumen a dar el paso, a ser parte de la evolución, ya sea por el bien de nuestro entorno o incluso bienestar y salud personal. No es necesario pasar a llevar al resto, independiente de la especie que sea. Ya hemos maltratado lo suficiente a nuestro medio ambiente, a nuestros pares animales y un poquito de empatía no le hará mal a nadie, solo veremos grandes beneficios en múltiples factores. La invitación es que todos se sumen, se apoyen y seamos parte del cambio.