Estudio: niñ@s consideran que comer carne es “menos moralmente aceptable” que adult@s 🧒🏽🐾

Un informe publicado en revista científica refleja que los niños son menos propensos a tener actitudes especistas, entendiéndolo como la creencia de que los animales valen más o menos dependiendo de su especie.

Un estudio publicado recientemente en la revista académica revisada por pares Social Psychological and Personality Science, indica que es menos probable que los niños perciban a los animales como comida. El informe tenía como objetivo evaluar el especismo en todos los grupos de edad, incluidas las opiniones de las personas sobre cómo se deben tratar las diversas especies animales.

El resultado entregó que los niños generalmente consideran que comer carne es “menos moralmente aceptable”, en comparación a las respuestas de los adultos. La encuesta se basó en  479 personas, incluidos niños (de 9 a 11 años), adultos jóvenes (de 18 a 21 años) y adultos (de 29 a 59 años).

Los investigadores descubrieron que era menos probable que los niños vieran una jerarquía moral entre humanos y animales no humanos. Los participantes más jóvenes también eran menos propensos que los adultos a clasificar a los animales de granja como alimento, creyendo que los animales como los cerdos merecen un mejor trato.

Nuestros hallazgos sugieren que debemos considerar cómo hablamos con los niños sobre la relación de los humanos con los animales no humanos“, explicó el autor principal Luke McGuire, de la Universidad de Exeter, Inglaterra, y añadió: “Los niños están motivados para considerar el daño contra el mundo natural, incluidos los animales, y como tal, podríamos considerar comenzar estas discusiones sobre decisiones alimentarias temprano en la vida”.

Por último, los resultados del estudio sugieren que los humanos no nacen con procesos mentales para justificar el consumo de carne. Más bien, se trataría de un aprendizaje a través del tiempo, según el contexto de vida y los entornos sociales en los que se desarrolla la persona. Es decir, dependerá de los padres, los miembros mayores de la familia, y con quienes se viva y se relacione, la determinación de qué carnes de animales son “aceptables” para comer, como la vaca, el cerdo y el pollo, por ejemplo, y cuáles no lo son, como los perros y gatos, en el caso de prácticamente toda Latinoamérica.