El fin de una matanza histórica: La caza de ballenas en Antártida

Parece increíble, pero es cierto.

El miércoles 26 de diciembre el Gobierno de Japón ha anunciado, oficialmente, que deciden abandonar la Convención Ballenera Internacional (CBI), con objetivo de reanudar la caza comercial de ballenas.

Hasta este año, Japón disfrazaba actividades de caza comercial, utilizando el pretexto de “caza científica”, excepción establecida en la CBI.

Moratoria a la Caza Comercial

Poblaciones de ballenas llegaron al borde de la extinción, producto de un siglo de caza comercial. A raíz de esto, en 1972, la ONU emitió -por unanimidad- una resolución que solicitaba la detención de todas las actividades de balleneras a nivel mundial. Desde 1986, existe una moratoria comercial a la cual se han opuesto tres países: Noruega, Islandia y, ahora, Japón.

Intervenciones de Sea Shepherd y altos costos

Sea Shepherd se opuso a la cacería de ballenas en Antártida, conducidas y financiadas por el Gobierno de Japón, desde 2005 hasta 2017. Durante este período, más de 6.000 ballenas fueron salvadas de los arpones comerciales japoneses, disfrazados bajo el pretexto de “investigación” y “caza científica”.

En 2017, el Gobierno de Japón comenzó a invertir millones de dólares en asuntos de “seguridad”, con objetivo de evitar que Sea Shepherd detuviese sus actividades ilegales en Antártida. Si bien esto evitó que la organización activista pudiese realizar su campaña de protección en 2018, no así los altos costos a cubrir.

Estos costos, además del fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya -declaró que las actividades de Japón NO representan carácter científico alguno- fueron determinantes para que Japón decidiese reanudar, derechamente, la caza comercial.

Así, entonces, Japón planea reanudar la caza de ballenas en su zona económica exclusiva y aguas circundantes en Julio de 2019.


Imposibilidad de cazar en Antártida

El subterfugio de “investigadores” y “caza comercial”, al ser dejado sin efecto, deja sin justificación alguna para que Japón pueda volver a cazar ballenas en un Santuario de Ballenas, reconocido por derecho internacional, como es el del océano austral.

Este verano austral, 2018-2019, será el ultimo que verá los arpones explosivos balleneros japoneses, destruyendo familias completas de ballenas y cobrando la vida de gran cantidad de madres preñadas en Antártida.

Santuario de Ballenas del Atlántico

El hecho de que Japón abandone la CBI no es menor, ya que además permitirá -al fin- aprobar la iniciativa de establecer un Santuario de Ballenas del Atlántico y, de este modo, efectivamente defender a todas las ballenas del Hemisferio Sur del planeta.

La lucha por las ballenas en el océano austral finaliza y, entonces, el foco de atención se traslada al hemisferio norte.

La guerra por las ballenas está aún muy lejos de terminar.

Nisshin Maru hauls dead minke whale up the slipway ©Sea Shepherd / Marianna Baldo