El “Día del Ganso” fue celebrado con gansos de plástico para evitar el maltrato animal 🙌🏻😍

El municipio español Lekeitio desde ahora solo utilizará gansos falsos para la celebración del “Antzar Eguna” (Día del Ganso), buscando así continuar con la tradición, pero sin el sufrimiento de los animales, una modificación que se venía planteando hace algún tiempo.


Cada 5 de septiembre se celebra en Lekeitio, un municipio y localidad de la provincia de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco (España), el “Antzar Eguna” o “Día del Ganso”, una tradicional fiesta que desde hace algunos años comenzó a sufrir modificaciones para quitar el maltrato hacia los animales involucrados.

De esta forma, se tomó la decisión de comenzar a utilizar animales de plástico, también conocidos como “Antzartek”, luego que una norma fuera aprobada el pasado 12 de agosto por parte de todos los partidos que componen el Ayuntamiento de Lekeitio.

Una celebración paralizada por la pandemia 

Tras dos años sin celebración producto de la pandemia, esta edición se realizó por primera vez en la historia exclusivamente con gansos artificiales. No tiene sentido sacrificar animales para una fiesta, los ejemplares de plástico garantizan el espectáculo, comentó al medio El Diario el alcalde del municipio, Koldo Goitia.

Este cambio en la forma de celebración comenzó a surgir en 2014, cuando se habilitaron las dos opciones: usar un animal sacrificado o uno de plástico. Desde allí cada año aumentaba el número de interesados en utilizar el ganso plástico, de manera que en 2018 el 62% escogió el ganso de goma y en 2019, último año que tuvo lugar esta celebración, la cifra ascendió al 65%.

¿En qué consiste esta celebración?

Esta es una de las fiestas con mayor arraigo y fama de la costa vasca, y data de más de 300 años. La actividad titulada “Antzar Eguna” (“Día del Ganso”) se celebra cada 5 de septiembre en Lekeitio (Bizkaia), y tradicionalmente constaba en que un joven debía sostenerse desde el cuello de un ganso ya sacrificado -o hasta hace 20 años atrás debían estar vivos- el cual está amarrado a una soga que cruza un río.

Una vez que el joven lograba aferrarse al cuello del animal -tras haber competido con otros jóvenes que también intentaban aferrarse al ganso-, la cuerda que lo sostiene era tensada para que este sea elevado junto con el ganso varios metros sobre el mar y precipitarse una y otra vez al agua. Finalmente ganaba quien conseguía arrancar el cuello al animal. 

Esta práctica, sin duda resultaba una tradición cruel e innecesaria, por lo que aplaudimos su modificación en busca de la protección de animales indefensos. 

A propósito de ello, recordar que en Vegetarianos Hoy tenemos una Unidad Investigativa llamada Observatorio Animal, cuyo objetivo es precisamente vislumbrar este tipo de prácticas y realizar las denuncias correspondientes. Como también se preocupa de dar a conocer la realidad de los animales destinados a la producción, realizando seguimientos, analizando datos y dándolos a conocer a la sociedad civil.