El anuncio lo dio el Gobierno de Australia luego de categorizar a estos mamíferos en altas condiciones de recuperación, saliendo entonces de la lista de especies en amenaza.
Conocidas por su elegancia y belleza, estas magníficas criaturas, que viven en todos los océanos del mundo, recorriendo grandes distancias, eran una presa codiciada por los balleneros, por lo que desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX, su número se vio notoriamente disminuido por la caza comercial; incluso hubo un momento en que solo había 700 ejemplares nadando en el Atlántico Norte.
La prohibición de la caza de ballenas en la década de los ‘80, y el impulso general hacia la conservación de la especie han permitido que las poblaciones de ballenas jorobadas se recuperen en las últimas décadas. Debido a ello, la ballena jorobada ha sido retirada de la lista de especies en peligro de extinción en Australia.
La ballena jorobada, o Megaptera novaeangliae en su nombre científico, es una criatura realmente magnífica: pesa unas 40 toneladas, realiza saltos a grandes alturas, se puede comunicar con otros pares cantando bajo el agua, especialmente durante la época de apareamiento, y puede viajar más de 5.600 kilómetros para encontrar a sus parejas.
El Comité Científico de Especies Amenazadas de Australia estudió a la población para asegurarse que el número de ejemplares en la región hubiera repuntado tras años en la lista de especies amenazadas del país. Teniendo entonces resultados positivos, la ministra de Medio Ambiente, Sussan Ley, retiró la especie de la lista, señalando que la mayoría de sus decisiones consisten en incluir especies en la lista y que la eliminación de una de ellas es un alivio. “Es realmente alentador ver que una historia de conservación sólida lleva a una especie a salir de la lista”, dijo.
Aunque la especie ha sido eliminada de la lista de especies en peligro de extinción en Australia, sigue estando protegida por ley en aguas australianas en virtud de la Ley de Protección del Medio Ambiente y Conservación de la Biodiversidad (EPBC, por sus siglas en inglés).
Pero a pesar de esta protección, algunos conservacionistas temen que la exclusión de la especie de la lista sea demasiado ambiciosa. La ballena jorobada sigue enfrentándose a peligros tanto antropogénicos como medioambientales, y sigue considerándose en peligro de extinción en algunas regiones. Salvar a las ballenas sigue siendo un objetivo importante, pero cualquier buena noticia es bien recibida.