APEC en contra del tráfico de animales y plantas

 

El contrabando de especies animales y vegetales,  ya sea mediante la importación, exportación o comercio interno de especies silvestres o exóticas, configura la segunda mayor amenaza mundial para la vida salvaje, después de la destrucción de sus ecosistemas.

Esta actividad ilegal es muy lucrativa, no obstante, implica mucho sufrimiento para las especies: son transportados en condiciones precarias ( en el motor del automóviles o camiones, dentro de neumáticos o de prendas de vestir, escondidos en compartimientos ocultos de maletas de viaje, adheridos al cuerpo de personas con cintas de embalaje,  en cajas bananeras, etc.), padecen el hacinamiento y experimentan la falta de alimentación, lo que genera una gran cifra de muertes entre los animales que no alcanzan a llegar a su destino.

Nuestro país, no se encuentra exento del tráfico de animales. De acuerdo a datos de la CODEFF, de 10 animales traficados, sólo 1 llega a destino vivo y en un estado de salud deplorable, puesto que algunos de estos animales son encontrados con graves lesiones ( como la falta de dientes, los que les son quitados para evitar mordeduras durante el transporte).

El comercio ilícito de animales y plantas es la causa directa de que más de 700 especies de animales y flora se encuentren en vías de extinción.

Durante el 19 al 20 de agosto de este año, se llevó a cabo en Ho Chi Minh City, Vietnam, el IV diálogo pathfinder APEC, iniciativa que busca encontrar caminos novedosos para fortalecer la lucha contra el contrabando de animales y plantas y la corrupción asociada a dicho fenómeno.

Con la asistencia de 120 delegados, en los que se incluyen funcionarios de alto rango, directivos gubernamentales y expertos en la materia, los participantes manifestaron su preocupación por la magnitud que cobra ese delito transnacional en la región, conformada por los países miembros de esa comunidad: Brunéi, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong (China), Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia, Taiwán y Vietnam.

Según se expuso, el comercio ilegal de plantas y animales muestra una preocupante tendencia al alza en el área Asia-Pacífico, sobre todo de la comercialización de colmillos de elefantes, cuernos de rinocerontes, pangolines, felinos y maderas preciosas.

Indicaron que dichas actividades amenazan a múltiples especies, provocan desórdenes sociales (la pobreza de algunas comunidades obliga a los ciudadanos a formar parte de la trama de las mafias traficantes) y erosionan los esfuerzos por el desarrollo sostenible y el logro de los objetivos del Milenio de las Naciones Unidas que apuntan hacia la protección del medio ambiente y la vida humana.

Aunaron criterios en que tanto el  problema global como su solución, no se resuelven en virtud de esfuerzos aislados de las naciones, sino que por mecanismos de cooperación integrales y compromisos de acción colectivos. Finalmente, resolvieron trabajar por alcanzar un enfoque general de protección a la vida silvestre, que integre acciones tácticas y legales coordinadas entre las instituciones pertinentes y la difusión de campañas de amplio alcance público sobre la materia.

Este tipo de diálogos, forman parte de la III Conferencia de Altos Funcionarios del APEC, que sesionará hasta el 30 de este mes en Ciudad Ho Chi Minh, los que anteceden a la Cumbre del APEC, que tendrá lugar en la central ciudad de Da Nang en noviembre.

Con tu ayuda, podemos detener la cadena del tráfico de animales y evitarles el dolor que experimentan. Recordemos que  #NoSonMuebles.