El real problema de los transgénicos

La sociedad actual consume cerca de 5 millones de kilos de comida por minuto.

Imagina cuánto se debe producir para saciar el consumo futuro de todos. La única manera de que hemos podido lograr esto es gracias a los Transgénicos u Organismos Genéticamente Modificados (GMO por su sigla en inglés).

Pero, ¿por qué todo el mundo se espanta cuando escucha Transgénico o GMO en los alimentos? Si existen muchas modificaciones genéticas ampliamente aceptadas, como la insulina, pero al asociarlo con comida la cosa cambia.

Los humanos hemos estado modificando genéticamente las plantas y animales desde hace milenios. Tal vez en ese entonces tenían un perro particularmente fiel; un caballo particularmente rápido; o una fruta particularmente grande.

Al reproducir selectivamente aquellos individuos con las características que deseábamos, logramos potenciar y modificar sus genes luego de varias generaciones. Como es el caso de las razas de perro o los plátanos sin semillas. A esto se le llama Selección Artificial (opuesta a la selección natural).

El tema es que la selección artificial es un proceso largo y de mucha suerte. La Ingeniería Genética elimina el factor suerte y crea directamente la modificación genética que se desea para lograr las características que se buscan.

Si bien en la actualidad la mayoría de nuestras plantaciones están genéticamente modificadas (y es difícil encontrar aquellas que no), ¿cuál es la diferencia entre las que fueron obtenidas por ingeniería y aquellas logradas por selección artificial?

Según muchos estudios los alimentos GMO no son más malos para la salud que sus equivalentes no genéticamente modificados. Les dejo este de la National Academy of Sciences que para mi es más consiso: https://www.nap.edu/read/23395/chapter/2

Pero lo que sucede es lo siguiente:

Existen principalmente 2 tipos de modificación genética de plantas que se usan en cultivos masivos:

  1. Las tóxicas (BT)
  2. Las resistentes a pesticidas

Las Tóxicas (BT): Estas plantas se les agregó una característica de una bacteria llamada Bacillus Thuringiensis (BT para hacerlo más corto) que las hace tóxicas para ciertos insectos que son plaga para aquellas plantas.

Entonces, si este veneno es parte de la planta, ¿como nos afecta a nosotros?

El punto es que el veneno siempre es relativo al organismo. Por ejemplo, las uvas, el café, el alcohol, la palta y el chocolate, son tóxicas para los perros, pero muy buenas para nosotros. Esto también se aplica para el otro lado, así como las gaviotas comen ratas y carroña, a nosotros nos intoxicarían.

Estos GMO están diseñados para destruir los sistemas digestivos de aquellos insectos y no son dañinos para nosotros. Cada vez que se busca comercializar alguno de estas plantas, las muestras pasan por muchos análisis previos que certifican que no son dañinos para nosotros.

Las resistentes a pesticidas: Estas plantas se les agregó una característica para ser capaces de resistir ciertos herbicidas (mata maleza) y plaguicidas (mata bichos). La gracia es que los agricultores pueden usar sin mayor problema y control el pesticida porque nunca dañará a la planta importante de su cultivo.

Para las industrias de pesticidas (como Monsanto) esto es demasiado bueno para ser verdad. La gran mayoría de las plantas de mayor consumo (lease azúcar, trigo, soya, maíz, algodón, canola) son resistentes al Glifosato (elemento principal del pesticida de Monsanto y actualmente de otros).

Los agricultores al tener esta increíble facilidad sobre el uso del pesticida están inclinados a usar el monocultivo (que solo se plante una especie) porque es más eficiente ya que se puede cosechar con menos mano de obra y se pueden controlar las enfermedades con un sólo método.

Este es el real problema de los GMO: El fomento a los monocultivos, de eso sí se está seguro. Pero el tema de que si el Glifosato es cancerígeno o no, aún es un debate, no un problema real, ya que no hay evidencia científica aceptada globalmente que lo garantice. Actualmente por un lado la OMS dice que no es cancerígeno, pero la IARC dice que sí.

El monocultivo acarrea la aparición de plagas, porque aquellos insectos que comen las plantas de los monocultivos encuentran alimento infinito, pocos depredadores y se reproducen intensamente y con ello se hace necesaria la utilización de más plaguicidas para reducirlos.

También el suelo sufre un desgaste de los nutrientes y a la larga tiende a la erosión, porque en muchos monocultivos se retira la planta completa, y por ende se interrumpe el proceso natural de reciclaje del suelo. El suelo se empobrece, por lo que es necesario la adición de fertilizantes.

El fertilizante más común tiene nitrógeno, y el uso en grandes escalas contamina el agua subterránea, acelerando el cambio climático y envenenando los pozos de agua potable de las poblaciones.

Toda esta cadena de desastres es a causa de esa particular modificación genética que es resistente a pesticidas.

No obstante, el resto de los estudios sobre GMO son, de hecho, un aliado en el combate al calentamiento global y la salud de la gente.

Hay numerosos casos en que nuevas plantas nos han ayudado a mejorar la situación del planeta:

Como el caso de las Berenjenas BT de Bangladesh: En Bangladesh para poder sostener la producción de berenjenas necesaria tenían que usar muchos pesticidas, lo que enfermaba a los agricultores y era extremadamente caro para ellos. Al introducir las berenjenas modificadas redujeron un 80% el uso de pesticidas, mejoraron su salud y tuvieron más ingresos al alimentar a más personas.

O como el caso de las Papayas de Hawaii: Después de un gran virus que mató la industria de la papaya aumentando los precios de uno de los frutos más importantes a nivel nutricional de la región, introdujeron una papaya que era resistente al virus, por lo que pudieron bajar los precios y alimentar nuevamente a la población.

Hoy en día se están desarrollando muchas aplicaciones de plantas GMO que nos benefician:

Cómo ven los GMO no son malos en sí mismo, sino que son ciertas aplicaciones de control llevadas al extremo para mejorar la producción las que producen detrimento global. Este mismo argumento es aplicable a todas las grandes industrias alimenticias y de extracción a nivel mundial, que cuando los fines justifican los medios, se nos arrasa en el entre medio.

Lo orgánico es una solución actual para este particular problema, pero el futuro está en los GMO.