Cuero real vendido como piel falsa en Inglaterra

Son muchos los que han decidido decir no al uso de pieles de animales en la ropa, zapatos o accesorios que utilizan, optando por comprar versiones etiquetadas como sintéticas que supuestamente estarían libres de crueldad.

¿Pero es esto así? ¿Cómo podemos estar seguros de que un producto vendido como piel falsa realmente lo es y no proviene de gatos, perros u otro animal?

A medida que la demanda por productos que simulan ser de cuero o de piel se ha incrementado, los fabricantes intentan suplir ese requerimiento. Por eso, si antes era usual que se intentara pasar literalmente “gato por liebre”, actualmente se etiquetan como falsas pieles verdaderas, atentando contra aquellos consumidores que buscan invertir en este tipo de productos.

Si bien, ya en el año 2008 en Estados Unidos se descubrió que algunas marcas no vendían lo que prometían [1], el asunto salió nuevamente a la palestra debido a un tweet de una clienta de la marca inglesa Missguided (que afirma no trabajar con productos derivados de animales ni testear en ellos), quien sospechaba que los zapatos que compró por internet sí tenían piel real.

Para verificar su suposición, se contactó con la Humane Society International (HSI), organización que en conjunto con Sky News, analizó los zapatos en cuestión y comprobó que la afirmación de la clienta era verdad: tenían piel de gato y no lo consignaban en la etiqueta correspondiente.

Cabe mencionar, que este caso es el último reportado en una serie de situaciones similares investigadas por HSI en el último tiempo. Algunos ejemplos son guantes en cuya composición se encontró piel de conejo, zapatos con piel de conejo, zorro y visón, entre otros [2].

En este sentido, la directora ejecutiva de HSI, Claire Bass sostuvo que “este es un problema en dos sentidos.  Primero, es un problema para los animales que están sufriendo vidas terribles y muertes atroces en las granjas peleteras alrededor del mundo para manufacturar estos productos. Y segundo, es un problema para los consumidores, que no están siendo protegidos del comercio injusto, y que quieren comprar éticamente y evitar el comercio de pieles” [3].

En consideración a estos antecedentes, es importante investigar antes de comprar (aquí algunos tips de HSI para diferenciar piel verdadera y sintética) y preguntarse si nuestra vestimenta –esa chaqueta de cuerina o el pompón peludito que adorna nuestra cartera– no conllevó el sufrimiento innecesario de un animal.

 

Fuentes:

[1] https://www.huffingtonpost.com/2013/12/08/faux-fur-really-fake_n_4409688.html

[2] https://www.hsi.org/world/united_kingdom/news/releases/2017/04/illegal-cat-fur-sold-as-faux-041017.html.

[3] https://news.sky.com/story/real-animal-fur-sold-as-fake-on-british-high-street-10832370