Adiós Tilikum

Después de más de tres décadas en cautiverio, Tilikum murió el 06 de enero de 2016 en un tanque de SeaWorld. Fue separado de su familia y su hábitat en 1983 cuando tenía aproximadamente dos años de edad y vivió toda su vida en función de la industria del entretenimiento.

La historia de Tilikum, y de otras orcas en su condición, se conoció a nivel mundial gracias al premiado documental Blackfish, el cual aborda los crueles métodos de captura y amaestramiento de esta especie.

Según un comunicado de SeaWorld, donde estuvo los últimos 25 años, últimamente Tilikum había enfrentado severos problemas de salud relativos a una complicada infección pulmonar, para la cual sus veterinarios y cuidadores habrían implementado varios tratamientos que incluyeron antibióticos, antiinflamatorios, terapia de hidratación, entre otros.

La vida de Tilikum estuvo marcada por la desolación: luego de ser capturado tuvo que sobrevivir en un pequeño tanque, insuficiente en comparación al océano donde habría nadado más de 150 kilómetros al día; tuvo que soportar la inanición como técnica de entrenamiento y vivir hacinado, luego de actuar los siete días de la semana. También formó parte del programa de reproducción de SeaWorld y se estima que un 54% de las orcas ahí retenidas tienen sus genes.

Esta situación de estrés permanente –que también se expresó en una aleta dorsal colapsada–, es antecedente directo de las tres situaciones de ataque a sus entrenadores en que Tilikum estuvo involucrado, las cuales tuvieron como consecuencia la muerte de Keltie Byrne, Daniel P. Dukes y Dawn Brancheau.

Después de un año en aislamiento ocasionado por el fallecimiento de Dawn Brancheau, Tilikum fue llevado nuevamente al escenario… hoy lamentamos su muerte y, más aún, las condiciones en que vivió.